El hábito de la Cofradía Penitencial de Jesús de Medinaceli.
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Caballero con hábito calatravo orando a San Bernardo de Claraval. |
Cirio.
En los cortejos de otras localidades es habitual el uso de colores identificables con cada hermandad. La mayoría de los cirios y ceras en general de la Semana Santa de Huerta son color tiniebla por ser el más parecido al de la cera pura.Mantilla. Es entonces por donde se empieza. La mantilla, puede ser de blonda; que se caracteriza por tener motivos florales de gran tamaño y tener ondas en los bordes, recibiendo el nombre de ‘Puntas de Castañuela’; o de encaje de Chantilly, que es un velo con diseños de carácter vegetal, con abundantes hojas, con un encaje más etéreo. La mantilla debe ser de riguroso negro, recordemos que representa el luto por una muerte.Peineta. Por otro lado, se encuentra la peineta, de diferentes tamaños, formas y estilo. Se suele utilizar las de forma rectangular y su tamaño viene determinado por la altura de la mujer. El objetivo de este complemento es elevar la mantilla para favorecer el rostro. Pueden ser de carey o imitación al mismo, más claras u oscuras, lisas o labradas, al gusto de la mujer. “Siempre, pero siempre, debe de ir recta, no doblada hacia delante”.El vestido. Otro elemento también imprescindible en el conjunto de la Manola, y que tiene que seguir una serie de normas es el vestido. “Debe ser de riguroso negro y con un largo que vaya hasta debajo de la rodilla, como mínimo. Asimismo, el escote debe ser ‘decoroso’, es decir, discreto.Guantes, medias, broche, pendientes y zapatos. Para completar el conjunto de vestimenta de una “bonita” Manola, es necesario unos guantes negros de bolillo; unas medias, no muy tupidas, del mismo color; un broche bonito para recoger la mantilla a la nuca de la mujer; unos pendientes, que pueden ser de perla o de ‘plata vieja’, según lo prefiera la mujer que se vaya a vestir y unos zapatos de aguja con un tamaño cómodo, en esto lo que prevalece es la comodidad, puesto que hay que tener en cuenta el tiempo que se estará de pie.El Rosario. Como último detalle, el Rosario, “es muy importante porque es un complemento que va en las manos, como guía de oración y única conversación que la Manola pronunciará en su acompañamiento a nuestro sagrado titular”.
Vestirse de Manola es una tradición que suele pasar de familiar en familiar, pero hay quienes alegan no salir vestidas así porque en su familia no se ha dado esta costumbre. Comienza tú la tradición, para que en nuestro pueblo, no se pierda por ese motivo.
El uso de las dalmáticas por los seglares es una tradición hispánica y es uno de los privilegios de la Iglesia española,
A finales del siglo XIV, los nobles adoptan la dalmática a sus cotas de malla, pasando posteriormente a llevarla los hidalgos y hombres de armas con el escudo heráldico al pecho. Igualmente esta vestidura es utilizada por heraldos, maceros de ayuntamientos y corporaciones de diverso tipo, como se puede ver en monumentos como San Gregorio de Valladolid y el ábside de San Juan de los Reyes de Toledo, de marcado cariz civil.
Las cofradías que en su mayor parte tuvieron un origen gremial, utilizaban la ropa que les era propia en sus celebraciones laicas. Como tales, como servicio a sus pasos, adoptaron el empleo de la dalmática como vestidura de alto rango y la decoraron con los escudos de sus corporaciones. El hecho de que una Hermandad haga participar en su cortejo a un número de acólitos determinado no es un gesto casual ni sujeto al gusto o carácter de la Cofradía en cuestión. Ni es un complemento ni tampoco un mero adorno. La participación de este ministerio eclesial enfatiza el carácter solemne y piadoso del acto. Para esto es necesario comprender que tanto el cirial como el incensario son elementos litúrgicos dispuestos para la solemnidad de las celebraciones religiosas, por ende, requiere un uso correcto, formal y respetuoso, un gesto de adecuación al acto. Las procesiones con sus imágenes y pasos, llevan implícita una veneración profunda.
En España el uso de la dalmática para quien no cursa el sacerdocio, se entiende que se trata de un “privilegio” que se concede para el uso de esta prenda litúrgica.
Para demostrar que el uso de la dalmática en España se viene utilizando desde hace siglos por personas que no cursan el sacerdocio, mostramos esta fotografía de finales del siglo XIX de los acólitos infantes de la Catedral de Toledo, lo que demuestra lo ya referido de ser un privilegio español. |