San Nicolás de Bari
Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari. De estilo neoclásico, fue construida a principios del s. XVII aunque un incendio acabó prácticamente con el Templo dejando únicamente la torre y la capilla del Doctor Rincón. Cuenta con detalles modernistas en la parte superior, que fueron añadidos tras la remodelación llevada a cabo en 1910 por el arquitecto madrileño D. Jesús Carrasco Muñoz y Encina. la fachada esta compuesta por hiladas de mampostería de piedra barroqueña, donde también aparece abundante piedra caliza de la zona.
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San Nicolás de Bari |
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Altar dispuesto para la festividad del Corpus Christi |
De planta rectangular de una nave reconstruida a principios del siglo XX.
Consta de nave lateral a la derecha y tres capillas a la izquierda.
Nave cubierta por artesonado de par y nudillo.
Al frente, ábside semicircular.
A la derecha se sitúa una capilla del s. XVII dedicada a San Bernardo, pero que es conocida como la Capilla del Doctor Rincón, caballero calatravo cuyos restos se encuentran en esta capilla. Es de planta cuadrada con cúpula de media naranja y acceso a los pies con pórtico.
La torre
Las campanas
Este admirable campanario es el que ha marcado la vida de Huerta de Valdecarábanos. Ha hecho presente a la Parroquia en medio de su grey cristiana, pues ha tocado al alba, a la plegaria del medio día, a la oración de la tarde; ha anunciado los tiempos litúrgicos de Adviento y de Cuaresma con toques precisos en cada uno de ellos; ha tocado las Misas, haciendo notorio cuando era Misa Mayor o de diario según se oían las campanas; ha tocado en bodas y también ha tocado a Viático y a duelo, lo que antiguamente hacía de diferente manera si era entierro de 1ª, 2ª o de pobre;
De la misma manera ha tocado a Gloria si era un párvulo quien fallecía, pues no era un niño, sino un Ángel, quien se iba al cielo; ha repicado con clamoroso sonido, después de guardar silencio desde el Jueves Santo, en la Vigilia de Pascua que anuncia a los cristianos, por medio de las campanas, que Cristo ha Resucitado; ha tocado con sonora alegría al paso del Señor Sacramentado en la procesión de Corpus Christi; ha tocado con júbilo sublime cuando nuestra Patrona, la Virgen del Rosario de Pastores visita su pueblo desde su alta Ermita una vez al año; ha sonado también con otros Santos y con otras procesiones; también, cuando algún fuego amenazaba a los vecinos, la campana del Señor sonaba rápida y alarmada para colaborar en la extinción del incendio.
Además de marcar la hora, tenía otra función, que era la de anunciar las horas canónicas de los rezos fuera de la propia Misa. Se le denomina liturgia de las horas.
En realidad, es una división del tiempo empleado durante la Edad Media en la mayoría de los territorios cristianos de Europa, y que seguía el ritmo de los rezos de los religiosos. Este ritual divide el día en 7 partes:
Maitines: antes del amanecer.
Laudes: con las primeras luces del día.
Prima: a las 6 de la mañana, después del amanecer.
Tercia: a las 9 de la mañana que es la tercera hora después de amanecer.
Sexta: a las 12 de la mañana.
Nona: sobre las 15 horas.
Vísperas: en torno a las 18 horas, cuando se pone el sol.
Completas: antes del descanso nocturno, hacia las 21:00.
Estos horarios variaban en función de la estación del año.
Horas mayores: en las que era obligatorio que toda la comunidad eclesiástica acudiese a orar a misa. Correspondían con los Maitines, los Laudes y las Vísperas.
Horas menores: en las que no era obligatorio ir a Misa. Al escuchar el reloj se interrumpían las labores y había que orar en el lugar donde se encontrasen.